Al son de la Paz

Cada 10 de diciembre se celebra en Oslo la ceremonia para otorgar el Premio Nobel de la Paz. Así lo dictaba el testamento del inventor sueco Alfred Nobel; los premios científicos y de literatura serían otorgados por instituciones suecas y el de la Paz se reservaría a un comité nombrado por el Storting (Parlamento Noruego).

La ceremonia se inscribe en la “semana del Nobel” (“Nobel week”) llena de eventos entre los cuales se incluyen conciertos, conferencias, el banquete, mesas redondas y, por supuesto, la entrega de la medalla de oro y el diploma.

Este año eran trece los laureados en diversas materias: Literatura, Ciencias Económicas, Físicas, Química, Medicina, y el de la Paz de Kailash Saytyarthi y Malala Yousafzai. Sus nombres ya los conocemos, su sombra mediática es casi tan grande como su historia.

Piketty o cómo perder el miedo a dar alternativas.

Muchas eran las voces que, durante la primera gran crisis del siglo XXI, aclamaban la ineficacia del sistema capitalista. Un modelo triunfante y consolidado tras la Segunda Guerra Mundial, ahora puesto en cuestión y criticado en un mundo tocado por el desempleo y las desigualdades.

Muchos pensábamos que se lidiaría y resolvería la crisis encontrando un capitalismo más ético, más social y responsable. Sin embargo, ha habido muy pocos pasos en ese sentido, los gobiernos, abanderados legítimos de una sociedad exhausta, no han hecho grandes cambios.

No está todo perdido.