¡En España todos moros!


Hace poco tiempo viajamos tres parejas en visita turística a Turquía, un país excepcionalmente bello y que recomiendo a cualquier español. Cuál no sería mi sorpresa cuando una de las personas que venía al viaje comentó, pocos días antes de la partida, que le habían dicho que era un país muy peligroso y que tal vez debíamos buscar otro destino. Profundizando en el tema resultó que las personas que le habían aconsejado decían que “esos países de moros eran peligrosos y más con lo que se estaba viendo en las noticias de la televisión”.

La conclusión era que, en España todo el mundo opina de todo, sepa o no sepa y que los “opinadores” no eran capaces de distinguir un moro, un turco, un árabe y un musulmán.
Me propongo en este artículo aclarar un poco esos conceptos.

Moro es un término que existe desde la época romana, o sea antes que surgiera la religión musulmana. Se refiere a los mauros, por derivación lingüística moros, habitantes de una provincia romana del norte de África, Mauritania Tingitana. En España hay constantes referencias durante la Edad Media, y en concreto en la Reconquista, a ese término que acabó en español siendo sinónimo de musulmán. La leyenda nos habla de Santiago Matamoros, aparición del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo con espada y matando a todos los moros (supongo que por estar equivocados de religión el apóstol consideró que lo mejor era matarlos y no evangelizarlos). Leyendas aparte y siendo estrictos en el lenguaje, moro sólo puede referirse al habitante del norte de África, en concreto de Marruecos, Argelia y Túnez. Hoy día la palabra ha adquirido un carácter peyorativo y, si se es políticamente correcto, debe decirse magrebí. Eso mismo determina que a los negros americanos se les llame afroamericanos. ¿Cómo deberíamos llamar a los negros que viven en España? ¿Afroeuropeos? ¿Dónde quedarían los moros, que son africanos pero no negros? Como se ve lo políticamente correcto no siempre es lo que mejor define.


Mundo árabe, islámico, definición de moro y musulmán
Imagen sacada de este artículo, modificado por Opiniatras.

Vayamos ahora con el término árabe.
Cuando se habla de países árabes se hace referencia a un grupo de países de Asia y África que tienen como lengua oficial el árabe. Desde Irak hasta Mauritania pasando por la península arábiga, uno puede desplazarse entendiéndose en árabe clásico, aunque después hayan surgido diferentes dialectos del mismo en dichos países. Esta extensión del árabe se produjo en los siglos VII y VIII a consecuencia de la expansión de la religión musulmana propagada por los habitantes de Arabia, de donde es originaria esta religión y por el hecho de que su libro sagrado, el Corán, se lee en este idioma.

Pero no todos los árabe-parlantes son musulmanes, aunque lo sea un porcentaje muy alto. En la Edad Media en Al Ándalus existían los mozárabes, hablaban árabe pero eran de religión cristiana. En Líbano existen actualmente los maronitas de religión cristiana, pero de habla árabe. En Siria e Irak también hay minorías cristianas de habla árabe, y no digamos en Egipto donde los cristianos coptos son más de cuatro millones. Por cierto en un viaje que realicé a este último país hace diez años, ahora no es muy aconsejable, visité en una iglesia copta el lugar donde San José, María y el Niño habían estado ocultos tras su huída a Egipto. ¡Lo que son capaces de inventar las religiones!

Musulmán significa seguidor del Islam, religión surgida en el siglo VII en Arabia y predicada por el profeta Mahoma. Es una religión en expansión, en otras épocas históricas y en la actualidad. Hay muchos países en el mundo que tienen una mayoría de población musulmana y que no son ni moros, ni árabes. Por ejemplo Indonesia, país del sureste asiático, que tiene como lengua oficial el bahasa indonesio, una lengua nada parecida al árabe, y cuya población es de raza amarilla, es en la actualidad con 210 millones de musulmanes el país islámico más importante del mundo. Le siguen de cerca la India con 174 millones, Pakistán con 160 millones y Bangla Desh con 130 millones de musulmanes, que tampoco son ni moros, ni árabes.
En el África subsahariana la religión musulmana está en fase de expansión y Nigeria cuenta en la actualidad con la población musulmana más numerosa de la región, 64 millones, la mitad de su población total.

Como se ve el término moro no quedaría nada bien en estos casos como sinónimo de musulmán. Pero cosas peores se han visto. Los españoles colonizamos Filipinas durante siglos y cuando fuimos expulsados de allí tras la guerra de 1898 con los Estados Unidos, que ambicionaba las pocas colonias que nos quedaban, la lengua española prácticamente se perdió, sólo se conserva en un barrio de Manila, pero no la religión católica, que los monjes franciscanos se encargaron de inculcar a machamartillo en la inmensa mayoría de la población. Pero en el sur de la isla de Mindanao había musulmanes, que no quisieron convertirse al cristianismo y que los españoles llamaron como no podía ser de otro modo “moros”, a pesar de tener los ojos rasgados. El término caló hondo y en la década de 1980 había una guerrilla en el sur de Filipinas que llevaba el pomposo título de Frente Moro de Liberación Nacional, y que causó muchos problemas al gobierno filipino, hasta que en 2012 se firmó la paz entre ambos.

Vayamos finalmente a los dos países que siembran más dudas. Por un lado está Irán, de mayoría musulmana, la lengua mayoritaria es el persa (farsi) y se consideran herederos del antiguo Imperio Persa. No hablan árabe, no son árabes, tienen diferentes costumbres de los árabes y les da mucha rabia que por error o ignorancia se les clasifique como país árabe. En Irán, la religión mayoritaria es el chiísmo, una variante minoritaria del Islam que es mal aceptada por la mayoría sunita.

Por otro está Turquía. Los turcos son un pueblo originario del centro de Asia que, debido a la presión de los mongoles, durante la Edad Media inició una migración que le llevó por el norte de Persia hasta la península de Anatolia, entonces perteneciente al Imperio Bizantino. En origen eran de religión animista, o sea paganos, y en los siglos XII y XIII se convirtieron al Islam. Acabaron conquistando Constantinopla en 1453 y creando el Imperio Otomano que dominó a muchos países árabes y que desapareció en 1923 siendo sustituido por la República de Turquía.

La actual Turquía, un país con una constitución laica, democracia consolidada, alfabeto latino, lengua turca no emparentada ni de lejos con el árabe, y un nivel de vida bastante aceptable y mucho mejor que el de los países del norte de África. Pide la entrada en la Unión Europea y al parecer se le niega por ser su población muy numerosa y mayoritariamente musulmana. Si entrara se convertiría en el segundo país más poblado de la Unión Europea. Su vocación es europea y su ciudad más moderna y cosmopolita, Estambul, que cuenta en la actualidad con unos 15 millones de habitantes.

Pero todo eso da igual, es más fácil para muchos españoles ignorar esas diferencias, generalizar e incluir a todos en el mismo saco.

¡En España todos moros!



1 comentario:

  1. Interesantísimo artículo. Una confusión popular que mezcla etnia, lengua, religión y terminología. Enhorabuena por el gran trabajo.

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